Quiero que la noche
nos sorprenda
en flagrante delito
de un abrazo infinito
Mientras miras mis ojos
entornados y la luna
caprichosa, observa curiosa
a dos amantes enamorados
Se acoplan los corazones
y la piel recluta fragancias, nocturnales
Tu voz se torna, en cuerdas de arpas
y te haces melodía en mi alma
Encumbrándote en mi ser
me llevas hasta la otra orilla
en la desnudez de dos almas
fundiéndonos en la calidez de los cuerpos
Mi boca yace en tus labios
y tus manos son alas de pájaros
que me llevan a la cima de tu espacio
Nos seducimos, nos sentimos, nos amamos.
Autora Beatriz Favre
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