Quiero que me recuerdes, desde el día que nos vimos, que nacía este amor
que los años maduros nos vino a
encontrar con un montón de sueños por soñar.
Quiero que me recuerdes en cada mañana cuando tu voz llegaba y el mundo
dejaba de ser el que todos viven,
creando nuestro propio mundo, a la hora
señalada. Quiero que me recuerdes antes que llegue el olvido, quizás por
idealizar un amor que lleva implícito el no saber donde va. Quizás nacimos de
una ilusión para olvidarnos de fracasos que nos hizo daños que no pudimos
superar. El nunca estuvo presente siempre, el siempre se convirtió en quizás,
tal vez, no sé. Y el deseo de llegar se volvió monotonía, nos acostumbramos a
no tenernos y extrañarnos y que sea más importante no vernos
No puedo vivir sin vos, y no puedo olvidarte porque tu esencia me habita la piel y el alma…
respiro tu oxígeno en la distancia, y si me faltas puedo morir mañana…
No puedo ocultar que te suplico me recuerdes porque de tanto conocernos
somos dos solitarios desencontrados que caminan senderos diferentes,.
Quiero que me recuerdes aunque no
viva con vos, aunque mil cosas te distraigan.
A veces me odio por suplicarte un poco de atención, asumo tu libertad lo
que no admito que el tiempo se escurre como arena entre los dedos y aunque
prisionera de tu amor muero, solo te pido que me recuerdes como aquel día, que
desperté el amor en tu vida
Autora Beatriz Favre
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