Habrá un día, en que nos sobrarán las horas, y nos faltarán las palabras,…
Nos bastarán las manos aferradas y hablarnos con la mirada
un día cualquiera tal vez, sentiremos que el corazón tiene alas, porque
el amor es eso…
Ése día, justo ése día, sabremos que el amor no se inventa, porque todo
lo dado, y lo por dar no tiene precio, ni tiempo ni espacio, es infinito como
el firmamento y profundo como el mar
Habrá un día, que entenderemos que el amor no esclaviza, que el mundo sigue su gira, que
las agujas del reloj no se detienen, y que el tiempo deja de ser tiempo para
convertirse en momentos, amando con libertad a nada sujetos, porque somos verbo
y sustantivo, porque lo engendramos en
el alma, y nos enciende la sangre que corre por las venas, es invisible,
intangible, y cuando comulguen los cuerpos lo haremos sublime.
Habrá un día entonces, que aprenderemos que en el amor no hay pactos ni
contratos
que juntos tú y yo somos el
camino a la felicidad, que jamás dejaremos de soñar, que cada alborada, volveremos a comenzar, y en el ocaso, cuando
la tarde se inclina para que la noche con la luz de la luna el firmamento
ilumina, comprenderemos que el amor siempre empieza, que nunca termina, que aún
despues de la muerte tiene vida, habrá un día entonces, que aprenderemos, que
los daños del ayer quedaron en el olvido, que el amor es hoy y es para vivirlo.
Autora Beatriz Favre
Hermos Beatriz, que así sea, abracito
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