Se rompe la tarde, vuela en pedazos allá en el horizonte rojo
Y como de rosas un manojo el sol
silencioso se desploma.
En el aire va madurando la noche, refugio de los amantes, cómplice
silenciosa
Los labios se rozan, buscan sus manos, la noche se condensa, las
caricias queman.
Y esos tus ojos invictos, por tus caminos me llevan…y en el aroma de tu piel
mi cuerpo se entrega, aumentando mi premura, tus brazos me circundan…
En ellos me quedo, en ésa prisión de ternura, me pierdo, me elevas al séptimo
cielo,
Dejas tu huella tatuada en cada pliegue de mi alma, manteniendo la llama
encendida,
por éste amor sin medidas, hoy por ti, nace mi poesía...Autora Beatriz Favre
Fotografía Beatriz Favre
Qué hermoso sentir.
ResponderEliminarLa ternura del amor hecho poesía.
Besitos querida amiga.