5 ene 2013

Dos almas...



Dos almas que soñaron encontrar el mismo camino, que sin saberlo lo caminaron hasta quedar vencidos, por los años gastados de tanto sufrirlos, y el amor estaba agazapado  como escondido entre las hendijas de tu corazón y el mío, esperando con miedo a que fueran solo sueños de amores secretos, que el destino hace cierto a partir de aquel momento en que en tu mirada me vi reflejada y habitaste en mis adentros dejando de existir para vivir, convirtiendo en posible lo inalcanzable. Desechando los miedos, perdidos en un abrazo  enfrentando todo mal presagio nos convertimos en uno mismo, siendo  perpetuos amantes, compañeros de ruta por estos caminos de la vida que, sin dudas, los hicimos nuestro, como nuestro es el amor que nos  desvela en noches enteras, para no olvidarnos que la brecha que nos queda ente la distancia y el encuentro definitivo, ausente de utopías, de miedos e imposibles, es tan solo un trecho que ya percibimos, envueltos en el aroma del por siempre y para siempre, y nunca más la lejanía, la nostalgia y las despedidas.
Autora Beatriz Favre

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