Ahora sé que el mañana no
existe, se van marchitando días, semanas, años, y voy rasguñando en las
periferias de tiempos postreros que no vendrán. Me prohíbo el presente
traspasando las barreras de nostálgicas esperas, imposibles, fingidas,
imperfectas, pobladas de promesas, silenciando quejas, evitando heridas
innecesarias cuando la realidad se palpa. comienza a agotarme, y siento que soy
hipócrita conmigo misma aceptando fingir una alegría que no colma mi vida, he sembrado mi alma de sueños que
por no rescatarlos a tiempo se van convirtiendo en terreno árido, en desiertos
de sombras marchitados por el paso del tiempo
Ahora sé que el mañana no
existe… quiero embriagarme del hoy, de todo, antes que la nada me consuma,
quiero el ahora que estoy plena, intacta, invicta, con ansias de ser y estar,
antes, mucho antes que la muerte me venga a buscar.
Autora Beatriz Favre
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