Cada día que amanece me trae
una promesa nueva, se cuelgan de mis ojos
y me quedo a la orilla de mis pensamientos
Dejando a mi mente peregrinar
hasta allí, donde solo Dios puede llegar
hay un espacio de luz, signos,
esperas, olvidos
calladas palabras, pedazos de sueños, poemas
nunca escritos, y sigo, con mi mente en blanco
buscando encontrar en el silencio de mi espíritu
toda esa verdad, tomando conciencia, que la vida
empieza y termina, cuando llegas a la cima,
de tu vida espiritual, aunque creas que lo logres,
ése camino nunca tiene final, solo hay un principio
encontrarás muchos vacíos, tal vez
nunca halles
la salida, el camino es infinito, solo hay que intentarlo
día tras día , logrando así ser mejor persona en la vida Autora Beatriz Favre
Bellas letras ,llenas de una serena refelzión.
ResponderEliminarCariños
Dolores Pereira