24 ene 2013

Semillero de soledades



Mi corazón cansado

en su latir pausado

se cobija en la tarde

cuando tu voz querida

se rompe cual copa de cristal



Semillero de soledades

alberga mi alma en esta distancia

Nada  me queda cuando te marchas

Vacía estoy en silencio, esperando

llenarme de noche, soñando alboradas



Alboradas blancas,  que me devuelvan

las esperanzas, que sí, un mañana

todavía podrá alcanzarnos

y  compartir esta locura de amarnos

Que la noche de mi vida no llegue



Aunque a veces siento que se apaga como

lo hacen una a una las estrellas

en el firmamento de enero. Espero

sentir tus manos en mi cuerpo, un instante quiero

antes de partir, mirarme en tus ojos buenos 
Nada hay despues de tí.


  Autora Beatriz Favre

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